Por Jaime Sierra Delgadillo
exdefensor del paciente de Cali
Correo: jaimesierra7@gmail.com
Con el cuentico de la tal agenda, las EPS encontraron una maña a su medida para aplazar, dilatar y cancelar los servicios médicos requeridos por los pacientes; bajo este pretexto, aplazan servicios que son vitales para las personas, especialmente los referidos a citas con médicos especializados, a procedimientos quirúrgicos y tratamientos clínicos; pues cuando se solicitan las autorizaciones en la EPS, la respuesta es: NO HAY AGENDA.
De esta manera, eluden la prestación del servicio indefinidamente, sin importar la dolencia o la gravedad de la enfermedad padecida.
Ante esa respuesta las personas quedan desconcertadas, toda vez, que tampoco les indican, cuándo habrá agenda.
Esa respuesta de que NO HAY AGENDA, es dilatante, irresponsable y macabra; en ninguna norma del sistema de salud, se encuentra la excepción a la prestación del servicio médico, bajo el supuesto de que no hay agenda; no obstante, al ofrecerla como respuesta administrativa la presentan como si tuviese todo el sustento legal para justificar su mediocre, mezquino y atrevido servicio; abusan de la buena fe, por cuanto, los usuarios lo asumen como si ello fuese razonable.
Lo cierto es que las EPS lo hacen para ahorrar costos en los servicios y más aún, si el paciente deserta de tal servicio y lo paga con deudas a su patrimonio personal.
La ciudadanía debe tener en cuenta, que el servicio ordenado por el médico, debe ser prestado sin dilación alguna de parte de la EPS y para ello debe contar con una red clínica suficiente, que permita una amplia y oportuna cobertura para todos sus afiliados; lo que acontece, es que las EPS, PARA AHORRAR COSTOS, limitan esa cobertura en cuanto a médicos especializados y centros clínicos contratados, en detrimento de la salud, la vida y la atención digna que merecen las personas; lo lamentable, es que las autoridades de control conocedoras de estas macabras mañas, no actúen.