Por: James Alberto Vergara Cifuentes
Gerente de Auditoría
Email: jvergara@sfai.co
Como es bien sabido, los estados financieros son un conjunto de informes cuya finalidad principal es suministrar información contable de un ente económico a todos los terceros interesados, como son los accionistas, socios, Estado, clientes, proveedores, entre otros, los que utilizarán tal información como herramientas para obtener una comprensión clara de la situación financiera de una empresa por un período determinado que permita evaluar su rentabilidad, la obtención y aplicación de recursos y otros indicadores con los que podrán tomar decisiones económicas de conformidad con la necesidad.
Dentro de los cuatro estados financieros básicos, se encuentra el estado de flujos de efectivo, el cual informa sobre las variaciones y los movimientos de efectivo y sus equivalentes en un periodo dado. Muestra el efectivo que ha sido generado y aprovechado en las actividades operativas, de inversión y financiamiento de la empresa.
Los flujos de efectivo es uno de los estados financieros más complejos de realizar y que exigen un conocimiento profundo de la contabilidad de la empresa para poderlo desarrollar, para que a su vez, se convierta en una herramienta fundamental para el análisis financiero.
El objetivo del estado de flujos de efectivo es básicamente determinar la capacidad de la empresa para generar efectivo, con el cual pueda cumplir con sus obligaciones y con sus proyectos de inversión y expansión.
Adicionalmente, los flujos de efectivo permiten hacer un estudio o análisis de cada una de las partidas con incidencia en la generación de efectivo, datos que pueden ser de gran utilidad para el diseño de políticas y estrategias encaminadas a realizar una utilización de los recursos disponibles de manera más eficiente.
Es importante que la empresa tenga claridad sobre su capacidad para generar efectivo y de cómo se genera, para así mismo pueda proyectarse y tomar decisiones acordes con su verdadera capacidad de liquidez.
Este estado financiero en conjunto con el estado de la situación financiera y el estado de resultados integral nos ofrecen una panorámica completa de lo que está ocurriendo en el negocio.
Por regla general, se considera efectivo los valores contabilizados en caja, bancos, remesas en tránsito, cuentas de ahorro y fondos, inversiones fácilmente convertibles en efectivo como son las de corto plazo con un vencimiento igual o inferior a 90 días, por lo menos, por lo que los saldos de estas cuentas deben coincidir con el resultado arrojado por el estado de flujos de efectivo.
El estado de flujos de efectivo es uno de los estados financieros obligatorios para las entidades que aplican tanto NIIF completas como para aquellas que aplican NIIF para las PyMes, no así para las empresas del grupo 3 de conversión.
Las NIIF, sean esto en el grupo 1 o 2 de convergencia, permite que se presente el estado de flujos de efectivo por el método indirecto o directo, según la elección de política contable que realice la entidad; sin embargo, se debe tener presente que la Superintendencia de Sociedades exige que las entidades obligadas a enviarle su información financiera le reporten el estado de flujos de efectivo por el método indirecto. Véase Gráfico 1.
Bajo el método indirecto, el Consejo Técnico de la Contaduría, advierte tres elementos muy importantes que conforma un estado de flujo de efectivo:
1. Actividades de Operación
2. Actividades de Inversión
3. Actividades de Financiación
El significado y el qué comprende cada una de esas actividades, las detallamos a continuación con ayuda del Gráfico 2 y su descripción:
1. Actividades de Operación
Las actividades de operación hacen referencia básicamente a las actividades relacionadas con el desarrollo del objeto social de la empresa, esto es, a la producción o comercialización de sus bienes o la prestación de servicios.
Entre los elementos a considerar tenemos la venta y compra de mercancías, los pagos de servicios públicos, nómina, impuestos, etc. En este grupo encontramos las cuentas de inventarios, cuantas por cobrar y por pagar, los pasivos relacionados con la nómina y los impuestos.
2. Actividades de Inversión
Las actividades de inversión hacen referencia a las inversiones de la empresa en activos propiedad planta y equipo, en compra de inversiones patrimoniales en otras empresas, títulos valores, entre otros.
Aquí se incluyen todas las compras que la empresa haga diferentes a los inventarios y a gastos, destinadas al mantenimiento o incremento de la capacidad productiva de la empresa.
3. Actividades de Financiación
Las actividades de financiación hacen referencia a la adquisición de recursos para la empresa, que bien puede ser de terceros (pasivos) o de sus socios o accionistas (patrimonio).
En las actividades de financiación se deben excluir los pasivos que corresponden a las actividades de operación, eso es, proveedores, pasivos laborales, impuestos, entre otros. Básicamente corresponde a obligaciones financieras y a colocación de bonos o de nuevas acciones.
Es una actividad de financiación la capitalización de empresa ya sea mediante nuevos aportes de los socios o mediante la incorporación de nuevos socios mediante la venta de acciones.
Para desarrollar el flujo de efectivo es preciso contar el estado de la situación financiera, de los dos últimos años y el último estado de resultados integral.
El estado de la situación financiera comparativo de los 2 últimos periodos se requiere para determinar las variaciones de las cuentas que lo componen de conformidad como se ilustra en el Grafico 2.
Es esencial contar también con las notas o revelaciones a los estados financieros en donde conste ciertas operaciones que hayan implicado la salida o entrada de efectivo, o de partidas que no tienen efecto alguno en el efectivo.
Bajo el método directo se deben presentar las actividades de operación agrupadas como categorías de cobros y pagos, tales como cobros en efectivo a clientes o pagos en efectivos a proveedores o empleados, cuyo resultado constituye el flujo neto de efectivo proveniente de actividades operacionales.
En particular, las transacciones no monetarias, como la depreciación, no se contabilizan con el método directo, el método directo se utiliza a menudo junto con el método de contabilidad de caja.
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