Por: Jorge Buitrato Trujillo
MG. En Políticas Públicas
Consultor – Asociado
Email: infocolombia@sfai.co
Cali, merece más, más seguridad integral: humana y ciudadana, con movilidad sostenible, con transporte multimodal eficaz, adecuada señalización, semaforización y cultura ciudadana, que incentive la Inversión Extranjera Directa (IED), propiciando un ambiente de desarrollo empresarial: MiPyMes, emprendimiento y grandes empresas, para generar empleo de calidad, disminuyendo la pobreza y mejorando la calidad de vida de los ciudadanos, eso, es lo que merece Cali.
Son desafortunadas las declaraciones que desde la Secretaría de Seguridad de Cali se hacen cuando se señala que, “algunos ciudadanos con la intención de hacer quedar mal a la ciudad, están creando vídeos falsos”, cuando las estadísticas comparativas del Observatorio de Seguridad de Cali evidencian claramente el deterioro de la seguridad; así, las denuncias por hurto del primer bimestre de 2023 crecieron un 19% comparativamente con el 2022, se han denunciado 5.085 casos, la tasa de homicidios creció un 2% y los comportamientos contrarios a la convivencia crecieron un 44%; de este modo, las afirmaciones de la Secretaría cuestionan la veracidad de la información que genera el Observatorio de Seguridad, adscrito a esa misma Secretaría, negación ciega de una realidad caleña.
Desconocer, desdibujar o negar la realidad de Cali, invisibiliza los problemas agudizándolos, pues impide promover planes, proyectos y estrategias focalizadas y eficaces contrarrestándolos y, redireccionando el sendero de la ciudad.
La negación de la actual administración de los verdaderos problemas de Cali explica el preocupante retroceso de Cali, como una ciudad segura, cívica y prospera para propios y extraños.
La inseguridad de la ciudad es un factor que impacta directamente la IED, el desarrollo empresarial, la generación de empleo, y consecuentemente, aumenta la pobreza monetaria y multidimensional de la población, en suma vida digna y de calidad para los caleños.
La inseguridad aumenta el riesgo crediticio de las empresas, aumenta los costos, disminuyendo su rentabilidad y competitividad, disminuye la generación de empleo, y el PIB pércapita; por ello en Cali, es prioritario trabajar por volver a Cali una ciudad segura, una ciudad para vivir.
Y es que de acuerdo con las estadísticas del DANE al 2022, Cali aporta a la economía nacional el 10% del PIB, lo que la convierte en la tercera ciudad del país; según el Informe 51, Ritmo Empresarial de la Cámara de Comercio a enero de 2023, el tejido empresarial contaba con 166.500 empresas activas, de las cuales renovaron matrícula 85.600 y cancelaron 6.500 empresas, un 10.1% más que en el 2021; en cuanto a la distribución Cali contaba con 657 empresas grandes un 0.6%, Medianas 2.272 empresas un 2.1%, Pequeñas 8.276 empresas, y Micros 95.262 empresas un 89.5%; de la distribución por actividad de se resalta la mayor concentración empresarial en el sector de Comercio con un 37%, Industria un 11.4%, otros servicios el 8.7% y la construcción un 4%; estas estadísticas evidencian que Cali, es una ciudad con potencial que reclama un Gobierno que garantice las condiciones económicas, políticas, sociales y culturales, y esta es sin duda la tarea que debe asumir la nueva administración, a través del Alcalde y el control político idóneo por parte del Concejo Municipal.
Cali merece más, merece gestionar y apoyar los planes, proyectos y programas orientados al control y persecución de los delitos a nivel rural y urbano, a través de modelos de seguridad comunitaria establecidos en la política marco de seguridad y convivencia ciudadana, que propicie la construcción de una cultura ciudadana cívica enfocada en la convivencia ciudadana y en la prevención del delito; gestionar y apoyar los planes de movilidad urbana y rural sostenible en el marco de la planeación local, regional nacional e internacional; establecer políticas orientadas al desarrollo empresarial, que potencien el ensanchamiento de sus capacidades con el uso de tecnologías disrruptivas, que propicie el fortalecimiento de las alianzas público-privadas, la vinculación con fondos de inversión públicos y privados para apoyar la expansión local, regional y nacional.
Merecemos una Alcaldía y un Concejo Municipal, que estén conectados con la realidad y las necesidades de la ciudad, que en lugar de culpar a los ciudadanos como lo hace la actual Administración desde la Secretaría de Seguridad, lo que se busque sea desarrollar todo el potencial que tenemos en materia económica, social, política y cultural, que le devuelvan a Cali su grandeza. Cali Merece Más.
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