Por Jaime Sierra Delgadillo | exdefensor del paciente de Cali
Correo: jaimesierra7@gmail.com
Luego, ¡no se queje!. La inmensa mayoría de colombianos nos quejamos del sistema de salud que nos rige, nos quejamos de la demora en los servicios requeridos, la negación de servicios urgentes y vitales para los pacientes, nos quejamos de que importa más el dinero que la vida de un ser humano; nos quejamos de que las enfermedades de alto riesgo no son atendidas con eficacia y oportunidad, y que para lograr la atención médica hay que presentar acción de tutela y un sinfín de incidentes de desacato.
Es decir, que quien no cuenta con recursos económicos, ante una enfermedad grave, está más cerca del sepulcro que de la recuperación de la salud.
Por ello es importante recordar que este sistema de salud fue impuesto a través de la Ley 100 de 1993, impuesto por el Congreso de la República; Congreso que se ha venido reeligiendo sin mayores cambios desde ese entonces, y que es reelegido por muchos de esos millones de colombianos que a diario se agobian y se quejan por la calidad del servicio de salud que reciben.
Solo el Congreso de la República puede cambiar o transformar ese sistema de salud que tanto daño le hace a los colombianos. Congreso que se elegirá por todos nosotros, las víctimas de ese modelo de salud. Por lo tanto, de nuestro voto depende que el cambio o la transformación de ese sistema de salud se vuelva realidad, en beneficio de toda la sociedad colombiana. El voto de cada uno de nosotros es decisivo.
De nosotros mismos depende que el Congreso de la República tenga una renovación a fondo y que esa renovación signifique un cambio en la forma como se atiende la salud de los colombianos.
Este día hay que dejar la pereza, hay que hacer un voto responsable. Luego, ¡no se queje!.