Por Jaime Sierra Delgadillo
exdefensor del paciente de Cali
Correo: jaimesierra7@gmail.com
El Valle del Cauca alcanza la triste y alarmante cifra de los 15 mil contagiados, siendo Cali como su capital la ciudad de mayor registro en todo el Departamento; la realidad que estamos viviendo es agobiante, como agobiante es la necesidad ineludible que tienen muchas personas de salir al rebusque del sustento familiar, en muchos casos sin las debidas medidas de bioseguridad, de hecho, prácticamente todos los sectores productivos están en sus faenas y falta ver, si están cumpliendo con los protocolos; a lo cual se suma la indisciplina evidenciada en muchos sectores de la ciudad, con aglomeraciones, parrandas y demás; como si no estuviéramos enfrentando tan terrible pandemia.
Del Estado Nacional no se obtuvo el reconocimiento de una renta básica para mitigar la necesidad alimentaria, de vivienda y servicios públicos para la población más vulnerable, que permitiera ampliar el tiempo de aislamiento obligatorio y así, cortar la curva del contagio, de tal suerte que el pico, no afectara masivamente a la comunidad. Por lo tanto, hay que asumir la realidad; es responsabilidad del colectivo, pero también de cada individuo, extremar todas las medidas de bioseguridad para evitar el contagio y las secuelas que le pueda generar y a sus familias.
El cuidadoso, exhaustivo y reiterado lavado de manos, el uso permanente del tapabocas, el distanciamiento social; el aislamiento ante la sospecha del contagio, son medidas que deben interiorizarse, pues de aplicarse con juicio, protege al individuo, a su familia y por ende a la comunidad en general. Cada individuo debe tomar conciencia, que de sus medidas de seguridad depende la seguridad de los entornos en los cuales se mueve. Son innumerables las campañas educativas sobre las medidas de seguridad, por lo tanto, puede asegurarse, que a todos los sectores han llegado las mismas; incluso, es pertinente contemplar la posibilidad de aislamientos totales sectorizados en nuestra ciudad.