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Demora en servicios a pacientes con cáncer es criminal

Por Jaime Sierra Delgadillo
exdefensor del paciente de Cali
Correo: jaimesierra7@gmail.com

Las EPS en general, vienen incurriendo en prácticas reprochables frente a los pacientes que padecen cáncer en cualquiera de sus manifestaciones; injustificadamente se demoran en la autorización de citas con el especialista, exámenes, procedimientos y/o entrega de medicamentos y suministros; prácticas que no solo constituyen graves fallas administrativas, sino que rayan en actos criminales; toda vez, que un paciente con cáncer que no es diagnosticado a tiempo, al que no le hacen las evaluaciones adecuadas, no le realizan los procedimientos de rigor o no le brindan los medicamentos indicados y oportunamente, es un paciente al que están condenado a una muerte temprana con todos los padecimientos que ello conlleva, sin haber enfrentado la enfermedad con todos las herramientas que hoy brinda la ciencia Son conductas criminales porque atentan contra la vida y la salud de los pacientes, con el consiguiente dolor en sus familiares; pues quienes administran los servicios de salud tienen pleno conocimiento que un diagnóstico tardío del cáncer, la tardanza en el tratamiento o su interrupción, o no suministrar adecuadamente los medicamentos, significa la muerte para el paciente; aspectos estos, claramente regulados en la Ley 1388 de 2010 –Ley de Protección a los Niños Con Cáncer- y la Ley 1384 de 2010 –Ley Sandra Ceballos de Protección a los Adultos con Cáncer-, leyes estas de pleno conocimiento de las directivas de las EPS y de los Centros Clínicos.

Leyes que contienen un conjunto de normas que protegen a los pacientes integralmente, es más, ordenan que ante la sospecha de cáncer, se deben realizar los exámenes inmediatamente para confirmar o descartar la enfermedad y de confirmarse, iniciar sin tardanza los tratamientos de rigor, ordenando que no puede haber interrupción en tales tratamientos por las graves consecuencias negativas que se generan en la persona; lástima que la mayoría de personas desconozcan estas normas y quienes las conocen por estar obligados a cumplirlas, se hacen los de la vista gorda.